Es posible que cada uno de nosotros este viviendo momentos que nunca había imaginado.
Nos vamos adaptando día a día a no tocarnos, a no besarnos, a sentir que el otro es una amenaza….donde la solución parece cada vez más el aislamiento, el individualismo más extremo , donde ya no es solo la raza o el género, esos instrumentos del poderoso, que utilizan la biología para poner en una diferencia justamente biológica, una desigualdad social, sino mucho más grave y paradójico ,parecería que es la biología misma, la enemiga y la solución…..Enemiga porque de ella nació ese virus mortal que nos amenaza, y la solución, porque sería desde ella que aparecerá el remedio…..
El ser humano, la “civilización” y el “progreso”…. fueron construyendo un proyecto histórico del tener, del consumo, del capital…un proyecto histórico de las cosas, menospreciando todo lo relacionado con los sentimientos, el cuerpo para el placer, el ocio y la sexualidad como si los mismos atentasen contra la producción de la misma manera que el virus atenta contra el futuro de nosotros…
Siento que es el momento de utilizar el tiempo que nos enseñaron que era dinero, para el ocio y la reflexión crítica, para hacer una vuelta copernicana de los valores, y utilizar nuestra creatividad para que cuando salgamos de este apocalipsis, podamos construir un nuevo proyecto histórico, ese que priorice lo relacional, el cuerpo como receptor de placer y no de dolor, un proyecto histórico de los vínculos, donde la comunidad sea más importante que el individuo y el otro alguien a quien necesitemos, no para desotrarlo sino justamente para hacer de su diferencia un valor imprescindible , porque , encontrarnos en la igualdad es muy fácil, el desafío es comprendernos CON las diferencias.
Eduardo Peluso
Antropólogo, miembro de la fundación Isabel Boschi
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